Diálogos de Talanoa

De varias maneras resulta interesante desarrollar el modelo de los Diálogos de Talanoa a los distintos niveles de nuestra actividad académica. Señalamos brevemente los más importantes.

Convengamos en primer lugar en la complejidad creciente que implica un mundo interconectado y con múltiples actores, en transformación constante. Que esto sea considerado desde la perspectiva de la Triple Hélice (Loet Leydesdorff, OCDE 2000), subrayando la necesaria potenciación entre universidad, empresa y gobierno, o desde la más reciente perspectiva de ESG, (Environment, Social, Governance) que considerando los tres grupos de actores, incorpora expresamente en la ecuación, al medio ambiente, situándose en el ámbito de los negocios, es evidente qué la variable del Caos Climático, y los mecanismos multipolares desarrollado por Naciones Unidas en la Convención Marco de Naciones Unidas por el Cambio Climático (UNFCCC) desde 1994, ha significado una particular y trascendental conciencia, de la interfase ciencia política y de las dificultades que ello implica.

Paradojalmente, al tiempo qué crece nuestra conciencia de la evidencia científica, asistimos a una polarización de opiniones y actitudes, que a nivel de las personas se expresa adecuadamente en el concepto de "disonancia cognitiva", que en síntesis, es que mientras más creo saber de algo, menos estaré dispuesto a modificar mis opiniones y aceptar las posiciones de los otros. Si nos damos cuenta qué esto ocurre a todos los niveles de la sociedad, nos daremos también cuenta, qué estamos siendo actores y testigos, de lo que en la historia de las ciencias ha sido llamado un cambio de paradigma (Thomas Kuhn, las revoluciones científicas).

Un aporte a esta temática ha sido a nuestro entender, desarrollado por el sociólogo Egón Guba, en su obra Diálogos de Paradigma (1994), dónde plantea que para resolver un problema se debe considerar los factores de ontología, epistemología y metodología implicados y no detenerse únicamente, cómo es la tendencia dominante, en la aparente simplicidad de recurrir solo a la aplicación de una técnica.

En la tradición histórica de los pueblos del Pacífico, rescatada por la Presidencia de Fidji en COP 23 (Fidji/Bonn, 2017), respondiendo al llamado de desarrollar un diálogo facilitador entre stakeholders, hecho por la COP21 de París (2015), se actualizó con el aval programático e institucional de Naciones Unidas, este principio, al rescatar con los Diálogos de Talanoa, el profundo sentido filosófico y cotidiano de esta problemática, al tiempo qué produce su mecanismo de autentificación científica.

Con los Diálogos de Talanoa concebidos cómo la construcción colectiva de un relato verdadero (de las lenguas polinésicas: Tala: relato y Noa: verdad, transparente), se viene a desarrollar un instrumento de alcance institucional, que corresponde y complementa la importante corriente actual del "storytelling". Los pasos que implica, son en primer lugar, lograr un consenso entre los participantes para dejar de lado todo interés individual de los participantes para luego, en segundo lugar, realizar tres talleres que deben responder a 3 preguntas fundamentales que de alguna manera, replican en un lenguaje común, desprovisto de cientificismo, los principios que recordamos plantea Egon Guba.

Así en el primer taller, los asistentes deben conversar libremente y responder la pregunta de "dónde estamos". En una segunda reunión, el taller debe responder la pregunta: "dónde queremos ir" y en la tercera reunión, el taller se abocará a responder la pregunta: "cómo llegamos allí". El relato de síntesis, dará cuenta de un acabado ejercicio de "democracia deliberativa", cómo en la perspectiva del Desarrollo Sustentable y para responder desde Suecia al lanzamiento de los ODS, se realizó en las Islas de la Paz, con la Visión de Äland (www.portalanoa.blogspot.com).

Otro elemento, que en mi opinión aparece reflejado en la esencia de este proceso y que debe ser considerado, es el criterio que Ellinor Östrom, premio Nobel de economía el 2009, reconoció como esencial para la constitución de los SES (sistemas económico- sociales) cuál es, el de la confianza, qué deben establecer entre sí los actores involucrados, para que su funcionamiento sea el adecuado a una sociedad, que se rige por principios éticos superiores, en este caso, empresa, gobierno y comunidades.

Talleres y conversaciones recientes entre alumnos y profesores, en distintas instancias de vida universitaria, nos han convencido de la necesidad de plantear un programa, qué encuentra su sentido polisémico, más que en afirmar criterios disciplinarios, en el desarrollo de canales qué nos permiten pensar colectivamente sus proyecciones y así, desarrollar en cada uno de los espacios que correspondan a la académica, el respeto y el convencimiento, que como lo dice Naciones Unidas, y muy adecuadamente lo expresa la dinámica de creación de conocimiento colectivo de los Diálogos de Talanoa, todos estamos llamados a establecer, en los distintos niveles de nuestra práctica, para contribuir a frenar los avances del Caos Climático y participar en la construcción de un mundo mejor, que contemple una justa transición del sistema, hacia el equilibrio con nosotros mismos, el resto de los humanos y la naturaleza.